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Persuasión navideña

A wonderful fan translated my christmas post for RJ into Spanish!

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Joder, jamás volvería a salir de su acogedora cueva. Las pasadas seis horas sin la compañía de sus dos compañeros tenían a Rhaegar gruñendo. Había pasado el día con sus dragones corriendo de sus montañas a una manada de centauros salvajes. Los hijos de puta no hacían más que tocar la gaita malamente y dejar sus jarras de vino en todas partes. Eran unos cabrones insoportables.

Por desgracia, había pasado gran parte del día arreándolos, y solo después de haber amenazado con quemar sus colas, la manada había decidido marcharse a otro lugar. Rhaegar puede que mencionara que las hadas oscuras tenían un agradable bosque, pero lo negaría a cualquiera que le preguntara.

Con un pie dentro de su cueva, Rhaegar se detuvo. Luces adornaban las paredes, estrellas plateadas colgaban del techo, y extrañas hileras de deslumbrante borde metálico se deslizaban por su tesoro. —¿Qué carajo?

—¡Llegaste! —Blake lanzó una mirada rápida alrededor de la cueva antes de apresurarse a abrazar y besar a Rhaegar.

—Ajá. —Con cuidado, puso a su pareja a un lado. No muy lejos, porque puede que necesitara otro abrazo, pero sí lo suficientemente lejos como para poder ver el rostro de Blake mientras hablaban—. ¿Qué le pasó a mi cueva?

Blake se cruzó de brazos. —Leif decoró el lugar para Navidad.

Rhaegar hizo una mueca. —Los dragones no celebramos la Navidad.

Blake arqueó una ceja y miró fijamente a Rhaegar. —De acuerdo, ve entonces a decirle a Leif que tiene que quitar toda su centelleante decoración, y mientras estás en eso, puedes decirle por qué no puede ir a la Fiesta de Navidad de las hadas.

Mierda.

—¡Rhaegar, regresaste! —Leif atravesó corriendo la cueva, abalanzándose sobre Rhaegar.

Rhaegar atrapó con facilidad a su pareja más baja y no pudo evitar la sonrisa que se dibujó en su rostro. Un poco de pegamento de purpurina manchaba la mejilla derecha de Leif. —¿Qué te pasó?

Limpió la suciedad con su pulgar deleitándose en la textura cálida y sedosa de la piel de su pareja.

—Estaba en el castillo ayudando a Sammy con algunas artesanías navideñas. Él tiene todo preparado para Santa Claus —dijo Leif.

Rhaegar contuvo el gruñido que estuvo a punto de soltar. Iba a acabar metido en todo ese asunto navideño, podía sentirlo. Su pequeño cuervo tenía un fuerte instinto de anidación y quería que ellos fueran una familia. Rhaegar prefería estar solo con sus parejas donde nadie pudiera ver a sus hermosos hombres y pensara que estaban a su misma altura, y podían por lo tanto hablarles.

Él no necesitaba a nadie más en su vida. Por desgracia, los lobos y los cuervos eran más sociables que los dragones. Leif necesitaba algo que lo mantuviera ocupado. Rhaegar tendría que ver si alguien tenía un expósito que el trío pudiera adoptar. El pequeño cuervo tendía a meterse en líos si se le permitía buscar cosas por su cuenta. Quizá si él tuviera algo que retuviera su atención, le sobraría menos tiempo para lanzarse a situaciones peligrosas o hacer travesuras.

Rhaegar besó a su pareja regodeándose en el deleite de tener a su cuervo entre sus brazos. La presión y el movimiento de los labios de Leif contra los suyos avivó el fuego en su interior. Cuando Leif se separó, Rhaegan lo volvió a besar antes de soltarlo.

—Justo antes de que llegaras, nuestro dragón estaba diciéndome lo que pensaba de tu decoración —anunció Blake.

Rhaegar resistió el fuerte deseo de estrangular al lobo cambiaformas hasta quedarse con una sola pareja.

Leif frunció el ceño. —¿No te gustó?

—No dije eso. —Rhaegar miró a su alrededor e intentó pensar en algo agradable que pudiera decir a su adorable pareja—. Todo es tan brillante.

—Lo sé. —Leif sonrió.

Así como así, Rhaegar se dio por vencido. De ninguna manera arruinaría la alegría de su pareja. Leif podía cubrir toda la jodida cueva en oropel si eso ponía una sonrisa en sus labios. Sin embargo, Rhaegar rehusaba ser sociable. —¿Qué es esa tontería de que las hadas darán una Fiesta de Navidad?

Bonita forma de desviar la conversación —le dijo Blake a través del vínculo mental. El lobo cambiaformas se acercó y besó a Leif antes de volver a besar a Rhaegar. Él casi podía saborear la diversión de su pareja a cuenta suya. Permitió que le mordiera el labio inferior, y solo gruñó un poco cuando Blake se separó. El tiempo que pasaba sin una de sus parejas presionadas contra él, a su juicio era tiempo perdido.

—El rey de las hadas dará una fiesta para que Sammy no se pierda las festividades navideñas —dijo Leif.

—Los dragones no celebramos la Navidad —insistió Rhaegar.

Leif lo miró por debajo de sus largas pestañas, usando tácticas injustas. Blake colocó una mano firme alrededor de la nuca de Rhaegar y lo bajó hasta que sus frentes se tocaron. —Estamos dispuestos a hacer que valga la pena.

Rhaegar se lamió los labios. —Puede que necesite un poco de persuasión. Los dragones podemos ser testarudos.

—Pienso que estamos a la altura del reto. ¿Qué piensas, Leif? —preguntó Blake. El lobo cambiaformas mordió la oreja de Rhaegar, aprovechándose injustamente de una zona erógena.

Leif se arrodilló para desabrochar los pantalones de Rhaegar. —Estoy seguro de ello.

Rhaegar gruñó. —Creo que me sobrepasan en número. —Arrojó una nube de humo por la boca. La bestia rondaba cerca de la superficie lista para saltar sobre los dos seductores hombres delante de él, y devorarlos.

—No pienses en esto como en una emboscada —dijo Blake derribando a Rhaegar al suelo—. Piensa en esto como en nosotros haciendo que tengas una Feliz Navidad.

—No jugaré a ser Santa —gruñó en caso de que su cuervo hubiera hecho planes.

Leif se llevó su sexo a la boca hasta la raíz.

Blake sonrió burlonamente antes de pegarse a la tetilla izquierda de Rheagar.

—Carajo, de acuerdo, lo que quieran. —Rhaegar se relajó bajo las caricias no tan delicadas de sus parejas. Menos mal que había escondido sus regalos debajo de un montón de monedas de oro; después dejaría que le sacaran la ubicación de los mismos bajo tortura.

Felices Fiestas para él.

© 2014 Amber Kell

Traducido por VRaion

5 thoughts on “Persuasión navideña

  1. Muchas gracias por compartir con nosotros su trabajo. Especialmente por la traducción para pode disfrutarlo.
    Besos

  2. Muchas gracias por compartir tus historias en español. Un abrazote y que tengas un hermoso fin de semana.

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